ANÁLISIS CRÍTICO - "EL HOMBRE BICENTENARIO"- Isaac Asimov

Respecto a mi apreciación personal sobre este interesante libro “El Hombre Bicentenario”, aquí se muestra como es que sería la vida ideal en un futuro entre humanos y robots, desde el punto de vista de una convivencia  ideal, que en muchos casos se verá afectada por retos y dilemas ante la actitud de que un robot decida por si solo algunas situaciones.

Ahora bien la pregunta sería ¿Qué es lo que nos define como humanos? Puesto que vemos reflejado como  Andrew  va a buscar todos los medios posibles para que la humanización de su espíritu vaya pareja con la humanización de su cuerpo.

Ya no le basta con solo sentirlo, sino que quiere que el mundo lo acepte como tal y respete sus derechos de ser Un humano perseverante.

En su afán por  querer saber más, aprende de todo lo que lo rodea, al principio es  como un niño con las cosas que no sabe y así como un niño va aprendiendo con todo lo que le pasa; y como un ser humano tiene sentimientos estos mismos hacen que valore todo lo que tiene.

En el camino por la búsqueda de lograr su tan ansiada inclusión, se va a topar con miles de obstáculos que lo harán decaer en el intento; pero lo rescatable de todo ello es la actitud tenaz y ferviente de sí mismo para lograr ser considerado como humano, en una sociedad que tenía en su mayoría cierto recelo por que los robots logren incluírseles, a pesar que Andrew aporto mucho a la ciencia con la creación de sus  grandes inventos protésicos, fueron pocos los que se lo reconocieron; por lo que tuvo que incluso desprenderse de su propia existencia en su afán por lograrlo; y así fue.

Contraponiendo ello con la vida real y profesional, muchas veces nosotros los seres humanos somos conformistas o nos rendimos fácilmente y decaemos ante un obstáculo; en vez de analizarlo y tratar en la manera posible de encontrar una solución más próxima. Luchemos por lo que queremos, por lo que consideramos de provecho, que va a sumar en nuestras vidas, creémos nuestra propia marca, dejemos huella;  tal como se ve reflejado en el empeño diario que le puso  Andrew. Claro está que nada en esta vida será fácil, pero para ello hay que ser constantes, fervientes en la lucha por conseguirlo, reinventándonos cada día en afán de crecer como persona y como profesionales.